viernes, 22 de febrero de 2013

Un material muy versátil: El corcho

El corcho es la corteza del alcornoque. Puede presentarse en bruto, como fruto directo de la extracción de la corteza del árbol o elaborado para su utilización en diferentes áreas.

La producción mundial de corcho es de unas 340.000 toneladas, de las cuales Portugal produce un 52%, España un 32%, e Italia un 6%.

Extracción.
 
La extracción del corcho del alcornoque es lo que se, denomina «saca del corcho». Esta saca se hace sobre todo durante el mes de julio, que es el mes en el que el corcho puede ser separado del árbol sin dañarlo. En esta época los trabajadores denominados «corcheros" o «peladores" extraen la corteza del alcornoque cortando con un hacha y uniendo las grietas verticales del corcho. Así retiran lo que se denomina planchas de corcho, denominándose también «la pela del alcornoque». El corcho se puede extraer por primera vez cuando el árbol tiene aproximadamente 25 años, pero este dato depende mucho de la calidad de estación, ya que el parámetro a medir es cuando el árbol tenga una «circunferencia altura de pecho» (CAP) mayor de 60 cm sobre corcho. Este primer corcho se denomina bornizo, patrón o corcho de belenes, sólo válido para la elaboración de elementos decorativos y aislamientos termoacústicos, dada la dificultad de separar del corcho la fina corteza leñosa externa de color grisáceo, por lo que no se puede utilizar para aglomerados para uso alimentario, dado que no sería 100% corcho. Tras esta primera saca se puede sacar corcho cada nueve años, dependiendo de la calidad de estación.

Existen fundamentalmente dos procesos distintos para el tratamiento del corcho. El primero de ellos es el utilizado para la creación del tapón de corcho de las botellas. En este proceso, el corcho es hervido a 100 grados durante aproximadamente una hora, después se deja curar el corcho durante un año. Este corcho una vez curado se hierve una segunda vez, se corta en tiras y se perfora para crear los tapones.

En el segundo proceso el corcho de peor calidad y los restos de las planchas de buen corcho se limpian, trituran, aglutinan y prensan para obtener un aglomerado de corcho en muy diversas presentaciones: gránulos, planchas, rollos, barras, u otras formas geométricas. Su uso es variado, desde tapones de botellas de peor calidad hasta baldosas para pisos o techos, como material aislante, como junta de estanqueidad, o en paneles ya sean acústicos, decorativos o para pinchar notas.

Usos.

Uno de los usos más difundidos del corcho es como tapón para recipientes de vidrio, en especial botellas de vino, de aceite y de bebidas espirituosas. En su origen, estos tapones se fabricaban sólo con corcho natural; pero aunque hoy en día se los produce con otros materiales, principalmente plásticos, siguen denominándose muchas veces de forma genérica como corchos.

Otra aplicación frecuente del corcho es la producción de paneles con fines acústicos o decorativos, que en ocasiones se colocan sobre las paredes, a modo de carteleras donde se fijan notas, avisos u otros objetos livianos mediante chinches. Al igual que los tapones, este tipo de paneles se fabricaban originalmente con corcho natural; y aunque actualmente se los produce también con fibras plásticas o de celulosa, u otros materiales textiles, siguen denominándose a veces como «corchos».

Historia.

Se tiene conocimiento del uso del corcho como taponado para la conservación del vino desde el imperio romano. Estos eran grandes conocedores del vino, de sus secretos y de sus efectos afrodisíacos y embriagadores. Utilizaban para tapar las ánforas un trozo de corteza de alcornoque envuelto en brea o resina. Hasta ese momento los griegos se habían limitado a extender sobre la superficie del vino que conservaban en ánforas, una copa de aceite que lo protegía el vino de la oxidación.

Tras la caída del imperio romano no se tienen documentos de la utilización del alcornoque, tan sólo sabemos que utilizaban cilindros de madera rodeados de esparto o cáñamo empapado en aceite como tapones.

En el siglo XVII, Don Pierre Perignon, un monje encargado de la gestión de la bodega en la abadía benedictina de d'Hautvillers, situada en la Champagne francesa, comenzó a hacer experimentos sobre vinos que "refermentaban" y de esta manera descubrió el champagne. Fue también Pierre Perignon, quien en uno de sus viajes a otra abadía benedictina situada San Feliu de Guixols, descubrió el uso del tapón de corcho, que entonces era cónico, y no cilíndrico como ahora, ya que su taponado era manual.

Curiosidades.

El tapón de corcho es uno de los factores más importantes en la maduración del vino en botella, preservándolo de la oxidación y dando lugar al ambiente reductor y generador de todos los aromas terciarios que se dan en el vino tras la fase de crianza en madera.
El corcho se hincha al contacto con el vino, y la botella queda herméticamente cerrada para que no penetre el aire ni las bacterias.

Es el material ideal para el taponado por su elasticidad, longevidad, impermeabilidad, ya que resiste cualquier presión, es el material flexible que menos influye en el sabor del vino (aunque a veces puede ser el causante de sabores y aromas no deseados, como es el sabor a corcho).

Para el aislamiento de ruidos producidos por percusión, por mor de su elasticidad, el corcho actúa como tapete antivibrático y amortigua dichos sonidos. 

En MegaOffice puedes conseguir las útiles carteleras de corcho, buscando en el siguiente enlace: Carteleras de corcho


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