viernes, 27 de julio de 2012

La motivación y la productividad en el trabajo

Existe un concepto distorsionado de la motivación en el mundo de la empresa. Muchos trabajadores, por ejemplo, piensan en negativo ante una reunión inesperada con el jefe. Esto se debe a que estamos más acostumbrados a la crítica negativa y a que nos digan aquello en lo que hemos fallado por una cuestión de educación; y es que ya desde niños, los padres tienden a corregirnos más que a felicitarnos por nuestros méritos y por todo aquello que hemos hecho bien.

De esta forma, por una cuestión cultural, se considera que el buen trabajo, siempre se da por supuesto, es decir, forma parte de la obligación de cualquier trabajador y del compromiso que ha establecido con la empresa. Sin embargo, los trabajadores necesitan escuchar frases de refuerzo por parte del jefe o de los compañeros de trabajo, especialmente cuando se está durante años en un mismo puesto de trabajo.

El refuerzo positivo empieza a cobrar fuerza en el mundo laboral gracias al auge de la inteligencia emocional y del mundo del coaching. Es decir, a través de las palabras amables, una persona se siente valorada y reconocida. Por un momento, deja de ser un trabajador más para ser una persona con emociones y sentimientos.


¿Cómo motivar a los trabajadores?

Si eres jefe o supervisor de algún área en tu sitio de trabajo y estas leyendo esto, probablemente te estés haciendo esta pregunta. ¿Qué frases puedo utilizar para motivar a un trabajador? Y las opciones de  respuesta son muy sencillas: "Has hecho un buen trabajo", "gracias por todo el esfuerzo que has realizado", "una vez más, te has superado a ti mismo", "estoy muy orgulloso de contar con trabajadores como tú en mi proyecto", "eres una persona con talento"... entre muchas otras.

En cambio, existen jefes que nunca dicen estos mensajes a sus trabajadores aunque piensen que tienen un equipo excelente porque creen que los empleados podrían confiarse demasiado y relajarse. Nada más lejos de la realidad; la motivación, el refuerzo positivo y el acompañamiento producen una sensación de bienestar necesaria para que todos desempeñemos nuestras actividades más motivados.

Consecuencias de la falta de motivación

La falta de motivación provoca el síndrome del trabajador frustrado, o lo que es lo mismo, apatía laboral, falta de rendimiento adecuado, falta de iniciativa, y también, deseo de cambiar de trabajo. En cambio, a través de los premios verbales o también, de un aumento de sueldo, un trabajador toma conciencia de que es parte de un proyecto de equipo.

Un ambiente en el que hay más críticas negativas que refuerzos positivos es inadecuado para trabajar a plenitud. Pero tampoco es bueno estar en un entorno en el que se regalan las felicitaciones de forma sencilla y se exalta de una forma desmedida el talento.

Siempre es adecuado encontrar el delicado equilibrio para poder interactuar con los trabajadores en base a la situación actual, y ese es uno de los principales retos de todo líder, jefe o supervisor. En caso de hacer una crítica negativa, nunca se debe humillar a la persona, ridiculizarle o herir su autoestima. Todo lo contrario, se le debe hacer entender que se esperaba más de ella, sencillamente, porque tiene una gran capacidad. En vez de potenciar la culpa, plantea los objetivos como un reto a alcanzar.

En las empresas, no sólo se debe pensar en resultados sino también, en las personas. Por ello, la motivación aporta calidad de vida a los trabajadores.

En nuestro país, con el alto índice de desempleo que existe y el gran nivel de desidia por parte de los empleados (originado esto por una legislación laboral plagada de vicios y propagandismo político), se hace cada vez más necesaria la motivación laboral para conservar y fidelizar a nuestro principal recurso: El humano. No olvidemos que una alta rotación de personal es un indicador muy negativo de nuestra gestión como empresa.

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