lunes, 7 de enero de 2013

La Tradición de los Reyes Magos

Ayer celebramos el día de los Reyes Magos, una conmemoración que hace la iglesia católica sobre el día en que tres personajes, citados en el Nuevo Testamento (San Mateo, capítulo 2, versículos uno al 12), encuentran al recién nacido Hijo de Dios mediante la estrella de Belén, para ofrecerle oro, incienso y mirra.
En Venezuela, las fiestas de reyes alegorizan la llegada de los Reyes a conocer el Niño Dios y en las diferentes regiones de se celebra de diferentes maneras, pero todas coinciden en que se evoca la adoración de los reyes al Niño en el pesebre de Belén.

En muchas regiones se hace una representación teatral donde se evoca el pesebre de Belén, donde los personajes emulan a la virgen María, San José y el niño Jesús, acompañados con una legión de noveles ángeles son visitados por los reyes, cargados de presentes.

Es costumbre que el cinco de enero los niños antes de dormir coloquen los zapatos en las puertas de sus habitaciones para que los Reyes depositen sus presentes allí, se cree que los Reyes Magos son ricos y dadivosos por lo tanto depositan dinero entre sus presentes.

También es una costumbre invitar a familiares y amigos a la cena de reyes, donde se sirven diversidad de deliciosos platos en los que destaca la rosca de Reyes, una especie de pan dulce aliñado que lleva en su interior frutas confitadas, pasas y frutos secos y que se baña con una mezcla azucarada y se acompaña con vino.
Los Reyes traen bienestar y dicha al hogar, son benefactores y mágicos, por la tanto se celebra su llegada. Esta tradición deriva de la natividad del niño Dios, se celebran los acontecimientos sucedidos en el nacimiento de Jesús según la religión católica, entre ellos la llegada de los Reyes a conocer el niño.

Los nombres comúnmente aceptados de los Reyes Magos son Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son los nombres primitivos u originales ya que se desconocen por completo (en Mateo no se mencionan). Además se dice que fueron tres Reyes Magos debido al número de presentes ofrecidos, pero en numerosas representaciones graficas antiguas aparecen sólo dos y en ocasiones cuatro.

La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle, pero en realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes.

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar.
Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevaría más de 600 años terminarla. Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas que hablan de un cuarto rey mago.

Esperamos que hayas disfrutado de este resumen de una festividad que pone fin a las celebraciones navideñas. Si deseas mayor información, te sugerimos consultar Wikipedia

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