lunes, 22 de julio de 2013

Comiendo en la oficina

¿Cuántas horas del día pasamos en nuestras oficinas, en nuestros trabajos, en fin, fuera de casa? Comer fuera del hogar muchas veces es un eterno dolor de cabeza, y también del bolsillo, por lo que en MegaOffice quisimos prepararte un post que te sirva de guía para luchar contra este eterno dilema: ¿Y hoy, qué como?


Comer fuera de casa no tiene por que ser ni aburrido ni poco provechoso, por eso en este post conseguirás una serie de ideas para hacer de estas comidas algo más sano y agradable. En muchos centros de trabajo es difícil encontrar un microondas en el que calentar los alimentos, es por ello que una de las opciones escogidas dentro de estos menús serán ensaladas, para que comer platos fríos no sea una mala experiencia. 

Equipo imprescindible
Lo primero que tenemos que hacer es equiparnos con un pequeño equipamiento, por llamarlo de alguna manera, para transportar la comida de manera adecuada. En primer lugar, es conveniente escoger unos cuantos envases de plástico de buena calidad y que cierren herméticamente. Estos deberán adaptarse a la medida de las raciones principales que vayamos a preparar, que dependerá de cada persona.

Para transportar nuestro menú podemos utilizar un pequeño neceser o "lonchera", dedicado en exclusiva a este cometido. Es conveniente tener claro cuál va a ser el volumen de nuestro menú a la hora de comprarlo. Existen en el mercado algunos productos pensados para este cometido, que incluso vienen dotados con pequeños envases y cubiertos en su interior. Incluso, algunos son térmicos y sirven para mantener la temperatura de nuestros alimentos.

Algunas porciones pueden envolverse en papel de aluminio, por lo que cuidaremos que nunca nos falte en casa. Evitaremos llevar cubiertos de metal, pues no resultan cómodos para este tipo de comidas y añaden un peso innecesario a nuestro equipaje diario a la oficina. Escogeremos unos cubiertos de plástico que sirvan para varios servicios y sean lavables, además de que así se pueden sustituir con regularidad.

El inconveniente es que son algo caros y las raciones bastante pequeñas, pero son una buena opción para no complicarse demasiado la vida. Es importante comprobar que el estuche sea fácilmente lavable y no se deforme en contacto con el agua, por lo que rechazaremos los que tengan una estructura de cartón en su interior y optaremos por los presuman de tener un cuerpo rígido plástico.

Los ingredientes
Intentaremos que los ingredientes sean saludables, aunque no siempre va a ser posible que todo sea preparado en casa; al tratarse de pequeñas raciones quizá no sea cómodo cocer legumbre, en ese caso podemos utilizar legumbre ya cocida y envasada. También es una buena opción reservar una parte de la legumbre preparada el fin de semana o para el resto de la familia. Sin embargo es recomendable que cuando se trate de papas, pasta o arroz, las preparemos al momento.

El menú podrá prepararse por la noche, de víspera, conservarse en frío hasta el momento de salir de casa y mantenerlo en un lugar lo más fresco posible una vez llegados a nuestro puesto de trabajo.

Es recomendable añadir una pieza de fruta para media mañana o para el postre, y un snack dulce para la media tarde. De esta manera haremos las cinco comidas recomendadas por los nutricionistas. Con esto está asegurado no volver a casa por la noche con el cuerpo traspasado por el hambre.

Consideraciones adicionales
Ciertos alimentos se pueden utilizar envasados, como las conservas de pescado, lo que nos asegurará una mejor conservación de la comida una vez preparada, pero cuando se trate de productos cárnicos, como pollo, ternera, cerdo, etc… es conveniente que sean frescos y cocinados en casa. Aquí se puede echar mano del aprovechamiento y utilizar sobras, siempre que sean frescas, del día anterior, o reservar pequeñas raciones del menú familiar. Y por último, no olvidemos tener a mano una botella de agua.

Las ensaladas deberán ser aliñadas justo antes de comerlas. Una pequeña botellita será de gran ayuda para transportar una ración de aliño. 

Un buen paquete de servilletas de papel cerrará el círculo, aunque también podemos considerar utilizar servilletas de tela, una opción más ecológica y económica.

Esperamos que estos tips te sirvan de ahora en adelante para que comer en tu oficina sea un quebradero de cabeza, y te mantengas saludable, con la barriga llena y el corazón contento para trabajar.


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