Siguiendo con la onda de la tecnología y los niños, en Megaoffice hemos decidido recopilar una serie de recomendaciones o tips para todos los padres que empiezan a lidiar con el uso del Internet por parte de sus hijos. Es cierto que cada día nos vemos sumidos en los avances de la tecnología, e Internet es una de las principales fuentes de información que tenemos.
Y por eso hemos querido advertir sobre la importancia de educar a los menores en el uso de Internet, y más concretamente de las redes sociales, uno de los entornos en los que los 'pequeños' se manejan con mayor indefensión, y, a la vez, uno de los más hostiles.
Los padres a veces 'relajan' su atención por simple desconocimiento. De hecho, dicen, a menudo se establece una distancia muy grande entre la supervisión que se realiza en el mundo físico y la que se lleva a cabo en el digital: hay padres que están tranquilos si ven a los niños usando el ordenador en el comedor porque los ven físicamente, sin que ello signifique necesariamente que estén exentos de peligros al otro lado de la pantalla.
Algunas de las principales amenazas: el ciberacoso, a menudo dirigido por personas cercanas al niño y que puede adquirir carácter viral en pocas horas, el sexting, o envío de imágenes con contenido erótico, y el grooming, o lo que es lo mismo, cuando un adulto se gana la confianza de un niño a través de Internet. Para evitar este tipo de conductas, creemos necesario compartir con nuestros lectores un decálogo educativo, con directrices básicas para que los más pequeños utilicen Internet de forma segura:
Los padres a veces 'relajan' su atención por simple desconocimiento. De hecho, dicen, a menudo se establece una distancia muy grande entre la supervisión que se realiza en el mundo físico y la que se lleva a cabo en el digital: hay padres que están tranquilos si ven a los niños usando el ordenador en el comedor porque los ven físicamente, sin que ello signifique necesariamente que estén exentos de peligros al otro lado de la pantalla.
Algunas de las principales amenazas: el ciberacoso, a menudo dirigido por personas cercanas al niño y que puede adquirir carácter viral en pocas horas, el sexting, o envío de imágenes con contenido erótico, y el grooming, o lo que es lo mismo, cuando un adulto se gana la confianza de un niño a través de Internet. Para evitar este tipo de conductas, creemos necesario compartir con nuestros lectores un decálogo educativo, con directrices básicas para que los más pequeños utilicen Internet de forma segura:
- Los padres deben aprender a utilizar la misma tecnología que sus hijos. Cuando los padres desconocen los entornos en los que se mueven los niños, se crea una gran distancia entre ambos, que se traduce en falta de autoridad ante ellos porque son conscientes de que los adultos no tienen experiencia en ese ámbito.
- Utilizar contraseñas robustas. Sólo el 40 por ciento de los usuarios reconoce cambiar con frecuencia sus contraseñas. Se recomienda el uso de contraseñas robustas (aquellas que contienen letras mayúsculas y minúsculas, signos de puntuación y caracteres alfanuméricos), diferentes en cada red social, así como modificarlas con frecuencia para evitar el hacking.
- No aceptar a extraños como amigos. Aceptar a desconocidos en las redes sociales puede suponer un grave peligro para los menores, que no saben si detrás de los perfiles hay personas de su edad o adultos. Es importante hacer hincapié sobre esto, especialmente hoy, cuando los más jóvenes miden su estatus por el número de amigos que tienen en Facebook o Twitter.
- Cuidado con la webcam. Pocas familias son conscientes de los riesgos asociados a las webcams: en un ordenador hackeado, la cámara puede ser activada por control remoto aunque parezca que está apagado. Evita tener dispositivos de este tipo en la habitación de los niños.
- No enviar fotos íntimas. Enviar fotografías de contenido erótico es uno de los mayores peligros de los teléfonos con conexión a Internet. Una vez enviada, se pierde el control sobre la utilización de la foto, lo que puede dar lugar a situaciones de chantaje o acoso.
- Cuidado con lo que se comparte. En la red todo es público, se tarda muy poco en subir una foto, pero toda una vida en intentar eliminarla de buscadores y entornos online. Educa a los 'peques' a tener responsabilidad con lo que comparten.
- La mejor medida de protección es la educación. El ordenador en el comedor sirve de poco si los niños no conocen cómo utilizar las nuevas tecnologías de una forma segura, qué acciones constituyen delitos digitales (robar wi-fi a un vecino o subir fotografías de otros sin su consentimiento), y los peligros a los que se pueden enfrentar.
- No utilizar una señal de wi-fi pública. Muchas de las redes inalámbricas que los establecimientos ponen a disposición de los clientes no garantizan la seguridad suficiente para navegar con tranquilidad. En ocasiones, este tipo de redes pueden aparecer en los listados de redes a modo de 'cebos', para hacerse con el control del smartphone o portátil de manera remota.
- Configurar correctamente la privacidad de las cuentas en las redes sociales. De ahí que sea tan importante leer con detenimiento las opciones de privacidad de cada entorno, y escoger la más restrictiva.
- Para evitar que nuestros dispositivos sean hackeados, es importante que el navegador, el sistema operativo y el antivirus estén correctamente actualizados.
Otras maneras en que los padres pueden ayudar a los niños a tener experiencias "en línea" seguras y educativas pueden ser:
- Limitar el tiempo que pasan los hijos "en línea" y "navegando" en el Internet.
- Enseñarle a los niños que hablarle a los "nombres de pantalla" en una "sala de conversación" es lo mismo que hablarle a desconocidos o a extraños.
- Enseñarle al niño que nunca debe darle información personal que lo identifique a otra persona o "sitio" en el Internet.
- Nunca darle al niño el número de su tarjeta de crédito o cualquier otra contraseña que se pueda usar para comprar cosas en línea o para tener acceso a servicios o "sitios" (website) inapropiados.
- Enseñarle al niño que nunca se debe de ir a conocer en persona a alguien a quien conoció en línea.
- Recordarle que no todo lo que ve o lee "en línea" es verdadero.
- Usar las modalidades de control que su servicio de conexión en línea le ofrece a los padres, y obtener uno de los programas comercialmente disponibles que permiten que los padres limiten el acceso a las salas de conversación, los grupos de noticias y otros sitios no apropiados.
- Proveerle una dirección, "e-mail", sólo si su hijo es lo suficientemente maduro para controlarla; supervisar periódicamente los mensajes que manda y recibe y planificar su actividad "en línea".
- Enseñarle al niño a que use la misma cortesía que usa al hablar de persona a persona para comunicarse en línea; que no use malas palabras, lenguaje vulgar o profano, etc.
- Insistir en que el niño obedezca las mismas reglas cuando use otras computadoras a las que tenga acceso como, en la escuela, biblioteca, o en casa de sus amigos.
Los padres deben de tener presente que las comunicaciones "en línea" no prepararán al niño para las relaciones interpersonales reales. Si usted inicialmente dedica tiempo para ayudar al niño a explorar los servicios de conexión y si participa periódicamente con él mientras usa el Internet tendrá la oportunidad de supervisar y encaminar el uso que hace su hijo de la computadora. Además, ambos tendrán la oportunidad de aprender juntos.
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